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El vegetarianismo, lejos de ser solamente una opción dietética saludable, es sobre todo una elección ética que desde la antigüedad vienen tomando muchas personas con el fin de respetar verdaderamente a los animales, ante la evidencia de que el interés no sólo de los seres humanos sino de todos los seres capaces de sentir por preservar su vida, y por vivir libres de agresiones o manipulación, debe ser tenido en cuenta seriamente, ya que la única capacidad relevante moralmente que poseemos los seres humanos es dicha capacidad de sentir, capacidad que compartimos con los demás animales. Este artículo por cuestiones de espacio hace mención solamente a algunos de ellos, pero la lista es bastante más amplia de lo que pudiéramos pensar a primera vista, debido a que la escasa atención que se ha puesto hasta el momento sobre este importante tema en la historia del pensamiento, hace que parezca que el vegetarianismo por razones éticas es una tendencia novedosa y actual carente de trayectoria histórica, idea que como veremos a continuación, dista mucho de ser cierta.
Aunque fue el filósofo griego Pitágoras el indiscutible referente en la antigüedad sobre este tema, la obra "Sobre la abstinencia" del filósofo neoplatónico Porfirio es quizá junto con la obra de Plutarco "Sobre el consumo de carne", uno de los trabajos más serios que nos han llegado de la antigua Grecia que trate específicamente de la defensa del vegetarianismo por motivos éticos. Porfirio indica que los humanos han justificado el matar animales para comerlos poniendo énfasis en el hecho de que éstos, son miembros de especies inferiores ya que carecen de racionalidad, y por ello no habría nada que indicara que merecieran un trato justo. Sin embargo, indica este autor, los animales sí poseen facultades racionales. Porfirio establece una distinción entre facultades internas (como son la memoria, la prudencia, y el compañerismo) y externas (como el lenguaje) aunque las primeras estén por lo general menos desarrolladas en los animales no humanos, y la facultad externa mencionada, no es inteligible para nosotr@s. Según este autor, ello no es razón para excluir a los animales de la comunidad moral, ya que la justicia también la aplicamos por ejemplo a los humanos con discapacidades psíquicas, por lo que se evidencia que las capacidades cognitivas no son relevantes moralmente; o por ejemplo el que un griego no entienda el idioma de un hindú, no es en absoluto motivo para que el hindú no sea objeto de consideración moral. Se concluye de este modo, que el grado de racionalidad que se posea o el uso de diferentes formas de leguaje no son características moralmente relevantes que justifiquen poder matar a los animales para comerlos.
Durante el siglo XVIII hay varios autores que tratan con renovado interés este tema que durante la Edad Media y el Renacimiento había estado bastante dejado de lado. La visión del filósofo Descartes sobre los animales como máquinas animadas incapaces de sentir dolor y su defensa de la vivisección reavivó el debate sobre la consideración moral de los animales. Aunque la idea prevaleciente en esta época sobre el consumo de carne y la existencia de mataderos para este fin era que impedían la formación de un carácter virtuoso en el ser humano, el satirista holandés Bernard Mandeville y el poeta y ensayista británico Oliver Goldsmith destacan por sus interesantes puntos de vista sobre el tema. Mandeville muestra en su obra "La Fábula de las Bestias" que la costumbre de comer carne refuerza la perniciosa creencia socialmente aceptada de que los seres humanos sean superiores a los miembros de las otras especies, y por ello, puedan hacer con éstos lo que quieran (discriminación denominada especismo en la actualidad por especialistas en ética aplicada). Por su parte Goldsmith señalaba en la serie de ensayos "El Ciudadano del Mundo" la actitud hipócrita de la gente que se considera "amante de los animales" pero que al mismo tiempo acepta y apoya el que se maten animales por el mero hecho de satisfacer sus paladares, ya que comer carne no es necesario en absoluto.
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